La salvación pasa por la persistencia de Bascuñán

La canterana creyó en sus capacidades y en su talento durante su etapa formativa, a pesar de las dudas que llegó a tener sobre si el contexto era favorable para dar el salto al primer equipo. Su paciencia, insistencia y trabajo son un ejemplo para creer en la permanencia

Ainhoa Bascuñán, en La Marina

Ainhoa Bascuñán, en La Marina / G. Caballero

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Pocas futbolistas en la élite del fútbol femenino español son capaces de despertar la admiración de auténticas referentes de su deporte. «Quiero darte la enhorabuena por ese pedazo de pase. Como ‘6’ echo de menos ese cambio de orientación. Me parece muy bonito lo que has hecho. No todas las jugadores pueden hacerlo. A un Barça muy metido en el campo, esos pases hacen mucho daño», le dijo Virginia Torrecilla a Ainhoa Bascuñán, después de la victoria del Levante Femenino ante el Barcelona, en ‘La Central’ de DAZN. Sus palabras no fueron para menos: la canterana granota, además de cuajar un encuentro soberbio, se sacó de la chistera una asistencia a María Alharilla de muchísimos quilates. Girándose, levantando la cabeza y haciendo un cambio de orientación que denotó el talento y las características de una ‘6’ que busca seguir creciendo, para beneficio de un Levante Femenino que quiere seguir un año más en Primera.

Las futbolistas entrenadas por Ángel Sainz juegan una auténtica final por la supervivencia frente al Real Betis Féminas y Ainhoa Bascuñán, en su primera temporada formando parte de las ‘mayores’ a pleno efecto, está lista para el reto de dejar a un histórico del fútbol femenino en la élite. Su salto al primer equipo llegó cinco años después de aterrizar en Buñol y tras tres temporadas yendo a caballo entre el filial y los entrenamientos con las Alba Redondo, María Méndez y compañía. Su dinámica, pese a que curtió a la centrocampista férrea, de contención y con muchísimo talento, le generó una inestabilidad mental que le hizo dudar sobre si Orriols era el escenario idóneo para alcanzar el profesionalismo. Su ilusión desde que, con 5 años de edad, se enamoró del fútbol viendo a su primo no solo darle patadas a un balón, sino también practicando lanzamientos a portería con él bajo palos desde su Rafelbunyol natal. Sin embargo, sabiendo que posee muchísimo potencial y margen de crecimiento, nunca perdió la esperanza. Ni en las buenas ni en las malas. Su perseverancia le ha llevado a encontrar su mejor versión, consciente de que, a punto de cumplir 21 años, lo mejor está por llegar en su prometedora carrera.

Tras tener la cabeza fría en los momentos de incertidumbre, y de marcar diferencias en el filial ante el mensaje del club de que estuviese a la altura de sus condiciones siempre se defendiese el escudo del Levante, Bascuñán disfruta de la oportunidad de competir frente a las mejores con la sensación de que estaba destinada a lucir los colores azul y grana. Después de insistirle a su madre de jugar a fútbol con 5 años, tras practicar taekwondo y natación sin éxito emocional, se apuntó al equipo del Rafelbunyol siendo la única chica de la escuela, y con 10, el Levante quiso ficharla con el Valencia peleando también por su firma. 

De hecho, el coordinador del club de su pueblo, granota de los pies a la cabeza, le ocultó la carta procedente de Mestalla al no querer ver a una chica querida por todos los estamentos del Rafelbunyol con los colores de su eterno rival. No obstante, la cantidad de chicas con su misma edad, superior a las que habían en Buñol, hizo que se decantara por el Valencia, pero sin ser definitivo. Un lustro más tarde, su madre, haciendo de mensajera e interrumpiendo su horario escolar al trabajar en el mismo colegio donde ella estudió, le comunicó que el Levante volvió a llamar a su puerta y no se lo pensó dos veces. Ahora, disfruta del profesionalismo en casa, siendo importante en la medular y con el ‘8’ a la espalda: dorsal que, ante su sorpresa, al ser un número de prestigio en el fútbol, se lo concedió la delegada del club para honrar a Xavi Hernández, su ídolo. No obstante, su objetivo es claro: salvar la categoría en Liga F. Ganar al Betis, marcando la zona de salvación dos puntos por encima de las granotas, es primordial.  

Tracking Pixel Contents