ENTREVISTA A IBORRA
"Este ascenso no lo cambio por ningún título"
El eterno capitán granota cumple su misión de devolver al equipo de su vida al lugar que le corresponde sin olvidarse de los héroes de 2010. "Se lo comenté a los compañeros de hace 15 años que me han felicitado: han sido un ejemplo para nosotros"

Germán Caballero
Vicente Iborra se quitó en Burgos la espina que llevó clavada desde el partido de vuelta de la final del playoff de ascenso a Primera División de 2023. Volvió al Levante tras nueve años triunfando lejos de Orriols y, por los límites financieros marcados por LaLiga, tuvo que marcharse sin cumplir con su misión, aunque no le desaparecieron las ganas de enfundarse nuevamente la elástica levantinista y, sobre todo, de ayudar al club de su vida a regresar al lugar que le corresponde. Le sobraron motivos para afrontar un nuevo curso desde una postura superior a la del resto. Su palmarés, y su trayectoria deportiva, lo hubieran justificado. Y más, tras hacer campeón europeo a Olympiacos. No obstante, el ‘10’, cuya leyenda y condición de jugador histórico del Levante es independiente a lo acontecido en El Plantío, lideró al grupo, honró hasta niveles intangibles su capitanía y ayudó a los integrantes del vestuario tanto dentro como fuera del terreno de juego. Además, todos entendieron el significado de representar al club gracias a su testimonio y a su experiencia. Sumado a sus aportaciones sobre el césped, Vicente Iborra culminó un regreso idílico ascendiendo a la élite, pero no quiere que su periplo con el equipo de su vida termine en Segunda División. Ahora, el eterno capitán se pone un nuevo reto entre ceja y ceja: ayudar al Levante a mantenerse en la categoría donde compiten los mejores del panorama nacional.
La de veces que habrá soñado con este ascenso, capitán…
Uno se imagina ascender durante mucho tiempo. Sobre todo, desde el fatídico día ante el Alavés. Llevo esperando este momento desde hace mucho tiempo, pero no esperaba un desplazamiento tan masivo, tanta gente y asaltando El Plantío. Fue bonito. Es verdad que el partido no empezó como quisimos, pero terminó como quisimos. No podemos pedir más.
Demasiado se sufrió, aunque forme parte del ADN granota.
El partido fue en el guion de la épica que hemos mostrado en algunos partidos este año. No empezamos como queríamos, el partido se nos puso cuesta arriba desde el primer minuto, tenemos el penalti y no hacemos gol… Quizás se te pueden aparecer los fantasmas del pasado, pero el equipo lo sigue intentando. Obtiene el empate, hacen el segundo gol y vas al descanso con la intención de buscar soluciones y de mejorar, pero tira de épica. El 2-2 era una situación que, después de ir perdiendo, tienes la oportunidad de rematarlo en casa ante tu gente, pero el equipo tira de inconsciencia, tira de épica, inconsciencia y mentalidad ganadora. Se va para arriba y obtiene el premio que obtuvo en Elda, Huesca y ante el Castellón en el Ciutat. Esa épica nos ha valido un ascenso. La mentalidad ganadora del equipo hace que vayas hacia arriba y logres el premio, pero, también, se te pasa por la cabeza que, si no tienes equilibrio, pueden pillarte a la contra, hacerte el tercero y, probablemente, estar fuera de ascenso directo a falta de una jornada. Afortunadamente salió bien. Mientras en otras ocasiones no salió bien, en esta sí. El equipo ha hecho méritos para que saliera bien y eso es lo que importa.
¿Este ascenso compensa el dolor que se sufrió en la trágica noche contra el Alavés?
Dejó huella, pero la hemos borrado. Este ascenso, si algo importante tiene, es que esa herida del pasado ha cicatrizado. No creo que debamos volver a esa herida para hacernos más daño. La hemos superado, hemos podido con ella y nos hemos levantado. Es algo que tenemos que valorar. Nos guste o no está ahí, se recordará porque forma parte de nuestra historia, pero ahora hay que pensar en positivo.

Iborra, en la fuente de las Cuatro Estaciones / Germán Caballero
Una huella sobre la que no olvidar de dónde viene el Levante.
Totalmente. Si nos remontamos al pasado, es cierto que hemos vivido momentos duros que nos tienen que hacer aprender, valorar de dónde venimos y apreciar dónde estamos ahora con tal de mejorar. Lo que tenemos que hacer todos es aportar desde nuestra parcela para que el club sea mejor y se mantenga donde todos queremos, desde un aprendizaje y una autocrítica que nos haga más fuertes.
¿Se ha quitado un peso de encima tras conseguir el ascenso?
Soy optimista por naturaleza y volví al club con la intención de lograrlo. Hay que soñar siempre en grande. Luego lo conseguirás o no, pero, si pones todo de tu parte, el fútbol me ha demostrado que las cosas se pueden conseguir. Gratis no, pero si las luchas, las crees, las trabajas y eres constante… entre todos hemos conseguido algo que nos merecíamos y que puede ser muy importante para nuestro presente y de cara al futuro, sobre todo, para cerrar una herida que hemos superado.
Usted, que consiguió volver a Primera en el año del centenario, que jugó Europa con el Levante y que, desde su salida en 2023, ganó cinco títulos europeos, habla con mucha emoción de este éxito.
Ganar un título es importante, pero, para mí, era más importante el pensar que iba a volver para ascender. Tenía claro que me fui para regresar al Levante. Desde el momento en el que me marché soñaba con volver y conseguir lo que hemos conseguido. Ha sido un año duro, no ha sido fácil, pero, sinceramente, lo he disfrutado mucho. El grupo y el día a día me lo han permitido. Veía los valores que había en el vestuario y sentía que teníamos un vestuario que no podíamos desaprovechar. El grupo me hacía pensar que lo podíamos conseguir.
¿Por qué ha sido un año duro?
Hemos tenido que trabajar mucho en el día a día. Sabíamos que teníamos que pagar un peaje, pero ese peaje iba a merecer la pena. El grupo ha superado muchas cosas. Desgraciadamente, para los nuestros y para nuestra sociedad, vivimos la dana y el incendio de Campanar. Eran motivos más que suficientes para conseguir algo grande que sirviera para reconfortar a toda esa gente afectada.
¿Cuánto ha influido Calero?
Si arrastrábamos algo negativo era ese ambiente de pesimismo. Calero llegó con un discurso, creímos en su mensaje y fuimos a muerte con él. Si hemos conseguido algo importante es superar el pasado, crear un ambiente sano y natural, una conexión buena entre la grada y el equipo… la plantilla se ha ganado que la grada confíe en el compromiso y el espíritu de sus jugadores. Si lo conseguimos es porque el míster llegó con un discurso positivo y fuimos a muerte con él.
¿Este hito tiene semejanzas con el logrado en 2010?
Tiene similitudes, sin duda. Lo basaría en dos aspectos: el momento económico del club, ya que el ascenso en 2010 suponía el mismo soplo de aire fresco, y después que los valores entre los dos grupos eran muy similares. Se lo comentaba a mis compañeros de hace 15 años que me han felicitado por el ascenso: han sido un ejemplo para nosotros. Las similitudes en cuanto a valores eran las mismas.
Rebosa alegría, pero siento que no ha sido una temporada sencilla para usted.
No ha sido fácil. Vuelvo con la intención de ayudar, pero también de hacerlo en el campo. Todo se me pone en contra en verano, con esa lesión que me impide competir en pretemporada y que, cuando vuelvo a jugar, mis compañeros ya tienen un ritmo alto mientras necesito minutos de competición. Cuando empiezo a tener buenas sensaciones me sale la fascitis, que me hace estar otro tiempo fuera. Te preguntas: ¿Por qué yo? Pero no quedaba otra que seguir trabajando. Me alegraba que el equipo fuera en buena dinámica y en el camino correcto. Solo deseaba poder recuperarme para volver. Dentro del campo, sinceramente, creo que mi nivel no ha sido el mejor. La autocrítica la tengo, pero eso me hace afrontar la siguiente temporada con la ilusión de un niño. Con la intención de hacer una buena pretemporada y de tener la continuidad que no he tenido y que pienso que es necesaria a mi edad. Es momento de disfrutar, de descansar, pero, si pienso en la próxima temporada, lo hago desde la ilusión de trabajar y de ayudar a mi club en la máxima categoría a conseguir el objetivo.

Iborra, abrazando a Andrés Fernández / F. Calabuig
¿Eso quiere decir que le veremos en Primera con el Levante?
Si de mí depende, sí. A veces las situaciones no dependen de uno mismo, pero yo sí que lo visualizo así. Entiendo que, si no tiene que ser así, me lo harán saber, lo hablaremos y, sobre todo, buscaremos lo mejor para el club. Lo más importante es el Levante, pero mi ilusión es seguir ayudando.
¿Cómo están sus hijos tras el ascenso? Lloraron mucho desde el césped el día del Alavés.
Si de algo estoy orgulloso es de que mis hijos vivan los valores del Levante. Tienen que saber que, en la vida, normalmente, vas a perder más que a ganar. Tienen que convivir con ello, afrontarlo y seguir adelante a pesar de todo. Se lo decía en Burgos a mi hijo mayor, que estaba llorando tras el ascenso: que disfrutara porque en este club, desgraciadamente, las alegrías no son muchas. Después del partido contra el Castellón de la primera vuelta, que fuimos a verlo desde la grada, se puso a llorar. No sé si fui un poco cruel con él (ríe), pero lo tenía que saber. «Mario, si lloras cada vez que el Levante pierde, vas a llorar mucho en esta vida». Quiero que ellos valoren lo que es el Levante. Que disfruten cuando tengan que disfrutarlo, pero, si tienen un revés como el del Alavés, hay que afrontarlo. Ahora quiero que se den cuenta de que lo han superado. La vida va de superarse, de seguir adelante y, por qué no, de cumplir sueños. Tal y como los ha cumplido su padre, con la suerte que tengo de poder compartirlos.
¿Qué lugar ocupa este ascenso a Primera en su palmarés?
No lo cambio por ninguno. Un ascenso con mi gente, con mi familia y con mi club no lo cambio por un título. Obviamente son especiales, he tenido la suerte de levantar cinco en mi carrera, pero conseguir un ascenso, y más en estas circunstancias, para mí es el mayor éxito deportivo que he podido tener. Este domingo tenemos la oportunidad de ganar un título, ¿no? Quieras o no, ser campeón, aunque sea de Segunda División, es un título. Me hace mucha ilusión poder celebrar en el Ciutat de València que somos campeones. En el futuro pueden pasar muchas cosas, pero ya he dicho que soy optimista por naturaleza. A este club le veo un futuro tremendo. Sobre todo, después de la celebración del ascenso, viendo a tanta gente joven feliz e ilusionada con su Levante.
- El aviso de la Real Sociedad a Sadiq para este verano
- Iñaki Peña, portero sobre la mesa para el Valencia CF
- Cambio de rumbo en el futuro de Foulquier
- Confirmado: Budimir deja Osasuna en las próximas semanas
- Mamardashvili gana su primera ‘batalla’ en Liverpool
- Corberán diseña una pretemporada de autor
- Carlos Soler finaliza su aventura en el West Ham
- El fichaje de Otamendi vuelve a escena